martes, 22 de septiembre de 2009

Retornos


Holaa!

Hay dos razones por las que he escogido ese título:

Primera: Un chico muy majo va a volver a dejarse caer por Asturias aunque solo sea un finde. ¿Los motivos? uno de ellos esta claro que es porque mi amiga y yo le hemos conquistado con nuestra forma de ser y le hemos vendido muy bien nuestra patria querida! jeje, otra es para oxigenar por lo que me han contado, y lo entiendo muy bien, porque yo no pude escaparme a ningún otro lugar y este blog fue mi única vía de escape.

Así que, Oriol, (seguro q ya sabías q estaba hablando de ti :p) super super bienvenido te espera una melopea a sidras/cervezas/lo que sea que ni te lo imaginas!! Mucho ánimo!

Segunda: yo también quiero hacer un retorno, y una promesa a la vez, quiero volver a salir todos los findes, a dormir todo el domingo, a salir sin que me importe nada mas, dejar atras la melancolía, la vagancia, la inseguridad...
Tengo la estadística de mi lado, siempre q voy a Gijón me pasa algo interesante, o al menos, nunca todabía me ha pasado nada malo!

Así que, promesa: volver a salir todos los sábados!

Bueno pues como veís por mucho que tarde, siempre acabo retornando aquí, y me encanta que sea con buenas noticias como esta. Lo dicho, Oriol, te estamos esperando con los brazos abiertos! Espero q sigas leyendo mi blog porque sino esta entrada va a tener muy poco sentido...

Besos!
Bea.

martes, 8 de septiembre de 2009

Necesito escribir sobre esto, aunque solo sea para poner en claro mis ideas, incluso para que no se me olvide lo que paso porque tengo la sensación de que fue un sueño.

Os pongo en antecedentes: sábado pasado, hacía semanas que no salía de fiesta, pero el cumpleaños de mi amiga era cita obligada y el día había empezado bien desde por la mañana, así que me encontraba animada.

Las primeras horas de la tarde transcurrieron bien, la cita era en el Cerro por lo que el sitio nos dio lo que cabía esperar. Conforme fue desapareciendo el sol, la noche me trajo más sorpresas ami, que a la chica del cumple...

Primero conoces a personas que se revelan con una madurez digna de admirar, a pesar de que se escondan bajo graciosos apodos. Luego charlas con otras con las que nunca habías cruzado más de dos frases, y que además en su momento no fueron las más acertadas, y que casualmente también se esconden tras nombres mitológicos.

Quizá tenga que dar un dato más y es que todas y cada una de esas conversaciones tenían un coadyuvante, un ingrediente que las hacía aún más amenas pero espero que no por eso vagas, sin sentido y fáciles de olvidar: ese ingrediente no era otra que un brevaje por el que todos nos sentíamos demasiado atraídos, pero ya digo que solo era un ingrediente más.

Lo bueno de la noche vino cuando se supone estabamos disfrutando de la música en un garito, no quería dejar pasar la oportunidad de transmitir mis conocimientos y salí en busca de una dirección de correo, búsqueda que me deparó un encuentro tan casual como sorprendente.

Sí, era Él, ese chico que destacaba tiempo atras entre aquella maraña de variopintos jugadores de rol, el único del que cabía esperar una conversación distinta a estrategias de batalla, aquel que por unas u otras circunstancias acabo en el empleo que nadie quiere pero que todos alguna vez se ven obligados a aceptar. Ya se me había aparecido en el autobús de ida (como no otra vez el bus en uno de mis escritos...) y me había parecido una magnifica casualidad que me hizo acelerar los latidos, pero pensar que me lo volvería a encontrar y que además íbamos a tener a otra persona en común..... eso si que era del todo increible.

Tras recabar la dirección que iba buscando, gire la vista en redondo y el estaba allí, le pique en la espalda y mi primera sorpresa fue su reacción al darme dos efusivos besos. Comentamos sorprendidos a nuestro interlocutor el porque nos conocíamos, y mientras el me cogía de la cintura...!! Os juro que lo estoy escribiendo y no me lo creo ni yo.

Estoy escribiendo demasiado pero todo paso en no más de tres minutos, o ami al menos me parecio demasiado rápido.

Ese interlocutor (con el que tengo que volver a hablar para que me asegure que lo que os cuento ahora pasó) hizo un comentario gracioso, familiar, no se como decirlo, algo que no sienta mal a nadie, algo así como haceís buena pareja o algo similar. Es en este momento en donde ya no se exactamente lo que paso: la idea que tengo es que el oyó eso, se dirigio a mi, me cogio por los hombros y me dio dos besos, de nuevo. El problema es que justo en ese instante yo no volví a ver su cara. Por eso al día siguiente me di cuenta de que el problema de porque tenía ese instante tan borroso era porque mi mente había ido más rapido que la realidad y yo había imaginado otra cosa. En ese momento tenía tal cantidad de adrenalina en el cuerpo...

Justo después me fui para coger el bus, en muy buena compañía, pero ahi no se acababa mi noche. Justo cuando me resignaba a pensar que se había acabado toda mi suerte, de nuevo, aparece. Sacó el brazo desde mi asiento al pasillo para frenarlo y no recuerdo muy bien que palabras cruzamos, solo se que me cogió la mano, su mano era tan cálida... luego la soltó como en esas peliculas antiguas deslizándose mientras se marchaba...

No me digaís que no es algo... sorprendente. Y decir solo eso se queda corto.

Me marcho, pero no sin antes dedicarle esto a todas las personas que en el están nombradas porque todas aportaron de una u otra forma su granito de arena.

Besos!
Bea.