lunes, 13 de abril de 2009

De nuevo en Asturias


Hola!
De nuevo desde Asturias y de nuevo desde el teclado de mi ordenador.

Ya se han acabado estas minivacaciones y mañana toca vuelta a la rutina, vuelta al despacho y lo normal de siempre. La verdad que estos días de vacaciones, como todos supongo, han tenido sus mas y sus menos. El sitio a nadie discuto que era precioso, lo que más me gusta de viajar es, sin duda, conocer sitios nuevos; y aunque esta ciudad ya la conocía, hacía tiempo que no había ido y supongo que en este viaje la he apreciado mejor. En esa mejor percepción influyeron muchas cosas: soy más mayor, no dejaba en Avilés a nadie en particular del que estar pendiente... y he tenido más tiempo para disfrutar.

Jeje seguro que también el trabajo ha influido porque esta vez me fije en cosas que nunca me había fijado, como las placas de abogados en los portales, la notaria, los juzgados... a eso lo llaman deformación profesional no?

Por otro lado también ha habido cosas malas, puede que malas no sea muy correcto pero bueno cosas que hubiera cambiado digamos: el viaje tenía como excusa visitar a la familia asi que eso fue lo que ocupo gran parte del tiempo, lo que quiere decir que tuve poco tiempo para mi sola, a salvo de unos minutos en en la terraza de la casa el primer día, disfrutando de esa luz especial que hay allí; y es que no os lo creereís pero ciertamente el sol allí tiene un brillo distinto a el de aquí es mucho más claro, no se si será por las casas pintadas de blanco o porque hace mejor tiempo pero ciertamente la claridad del sol es increible.

Otra cosa mala, o más bien distinta, es el ambiente que allí se respira, y no estoy hablando de la Semana Santa, lo religioso y demás, no se como explicarlo, es la forma de vivir de la gente, allí no parece haber grupos sociales, todos son iguales y a la vez no parece que se identifiquen con ese grupo social al que pertenecen sino que dan por hecho que tienen que ser así, no se es una percepción personal, dificil de explicar, así que ahi lo dejo.

Respecto de las fotos... mejor no hablar. Soy pésima como fotógrafa, yo veo una imagen preciosa y pienso que bien quedaría en una foto, pero luego cuando le doy al clik de la cámara no se parece en nada a lo que yo había percibido por eso no suelo estar muy orgullosa de las fotos cuando las enseño porque se que no transmiten a quien las ve lo mismo que yo he visto.

Sabeís el mejor recuerdo que me llevo de este viaje: mi padre me hizo allí un regalo muy especial, me regalo un maletín de cuero, precioso, que tengo unas ganas de usar locas y que espero usarlo durante muucho tiempo. Es un regalo de esos con historia porque siempre me acordaré de donde me lo traje y tiene su significado porque digamos que de allí son mis raices paternas.

Bueno, no os aburro más, os dejo un par de fotos, ya sabeís no son muy buenas pero yo intente captar lo que veía aunque no lo sepa transmitir.

Besos!
Bea.

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